“Una palabra, lanzada al azar en la mente, produce ondas superficiales y profundas, provoca una serie infinita de reacciones en cadena, implicando en su caída sonidos e imágenes, analogías y recuerdos, significados y sueños, en un movimiento que afecta a la experiencia y a la memoria, a la fantasía y al inconsciente, complicándolo el hecho de que la misma mente no asiste pasiva a la representación, sino que interviene continuamente, para aceptar y rechazar, ligar y censurar, construir y destruir.”
Gianni Rodari, Gramática de la fantasía, 1992.
Hoy damos a comienzo a una semana colmada de aventuras, historias más grandes y más chicas, alegres, divertidas, inciertas, nuevas o conocidas, palabras que resuenan en castellano y en inglés. La semana del libro contagia nuestro jardín de un espíritu renovado y del entusiasmo propio de comenzar un libro nuevo, cargado de ideas por descubrir. Además, este año en el que festejamos el cumpleaños número 15 de Beth, todo se colma de celebración y alegría.
A lo largo de esta semana, todas las salas atravesarán momentos especiales. ¿Quieren saber por qué esto es tan importante?
Más de una vez escuchamos que “leer es muy bueno para los chicos”. Son muchas las razones. Entre ellas podemos pensar:
– La lectura compartida puede ser un momento ideal para que adultos y niños se sientan cómodos y libres para charlar, expresar sus sentimientos e intercambiar ideas.
– Al leerles, los más pequeños se sienten escuchados, queridos y valorados.
– Incluso en aquellos chicos que dicen que no les gusta leer, cuando un adulto les lee en voz alta, empiezan a sentir entusiasmo e interés por las historias y los libros.
En este mismo sentido, aquellos chicos que han vivido experiencias de lecturas compartidas durante sus primeros años de vida, conocerán más palabras y entenderán mejor cómo se forman las frases, de esta manera se comunicarán mejor, tanto en forma oral como escrita.
A su vez, las experiencias de lectura compartida enriquecerán su imaginación y creatividad y podrán inventar relatos y personajes que los acompañarán toda la vida.
Al compartir lecturas los niños aprenden a escuchar, a respetar los turnos para hablar, a dar opiniones, a abrir su corazón y revelar sus sentimientos.
En un sentido más amplio, aprender a leer es un proceso que lleva tiempo y necesita de experiencias de contacto con textos. Cuanto más leemos a nuestros hijos, más se entusiasmarán, más historias conocerán, más historias querrán leer. Recordemos que a través de la lectura accedemos a la información y así podemos construir nuevos conocimientos.
Con esto damos comienzo a esta nueva aventura. Listos, preparados… a leer!