Cada grado disfrutó de realizar el seder junto a sus morim donde pasaron por todos los pasos de la hagadá, cantaron las canciones típicas del jag y para cerrar, antes de ir a buscar el “afikoman”, comieron unos riquísimos kneidalaj.
Algunos grados compartieron el seder con invitados especiales: los chicos de 7mo recibieron a sus ahijados para compartir su último seder en la primaria. Fue un momento muy emotivo tanto para los más grandes como para los que recién inician su camino en la primaria.