Durante el día lunes y martes los chicos de 5 fueron “grandes acampantes”.
Prepararon las carpas para la hora del descanso, juntaron objetos de la naturaleza, corrieron, se tiraron por la tirolesa, jugaron al fútbol y mucho más… Ya a la noche, con linterna en mano, jugaron al grillo y disfrutaron del esperado fogón. Con el último aliento del día, cantaron y bailaron todos juntos al calor del fuego.
Al día siguiente, emprendieron el desafío más importante de la jornada: la búsqueda del tesoro escondido. Y después de buscar y buscar, encontraron las hermosas remeras de egresados.
¡Un aplauso para nuestros pequeños valientes que se animaron a transitar esta experiencia tan especial!
Las salas de 5 disfrutan a pleno de su campamento.